Una de las piezas maestras del Congreso que espera Javier Milei a partir del 10 de diciembre, está en la futura relación con los gobernadores de todas las orientaciones políticas, salvo el kirchnerismo. El vínculo con los mandatarios provinciales es una parte de la estrategia que delinean en la Casa Rosada para despues del 10 de diciembre. El otro componente determinante, que miran con preocupación desde las dos cámaras legislativas, pasa por la próxima composición del elenco presidencial. Este segundo componente saltó por los aires el viernes por la noche, después de la renuncia del jefe de Gabinete, Guillermo Francos y el ministro del Interior, Lisandro Catalán, mientras el presidente Javier Milei y su hermana Karina cenaban con Mauricio Macri.
Francos y Catalán tuvieron en sus manos la contención del frente opositor en las dos cámaras del Congreso, pero con distinta suerte. Hasta hace dos meses no pudieron frenar la inédita ofensiva de los 24 gobernadores para redistribuir los Aportes del Tesoro Nacional (ATN), que la Rosada reparte a cuentagotas, y la recaudación del Impuesto a los Combustibles Líquidos. La pelea por los ATN derivó en una ley que fue vetada por Milei. Una insistencia de los dos recintos para ratificar esa pulseada no habría hecho otra cosa que confirmar la debilidad que reconocen distintos mandatarios provinciales: que la mayoría circunstancial forzada entre peronistas, macristas, cordobesistas y radicales, había tocado techo antes de las elecciones del 26 de octubre. La pulseada por el ICL no consiguió la sanción que le faltaba en Diputados. En ese contexto, la veintena de mandatarios fue a Balcarce 50. Fueron recibidos, con una enorme derrota a cuestas, por el presidente y casi todo su Gabinete. No hubo letra chica, sino buenos deseos y la esperanza de los presentes de contar con dos interlocutores que, a partir de ahora, iban a estar empoderados por el respaldo del ministro de Economía, Luis “Toto” Caputo.
Sin embargo, la partida de esas dos prendas de confianza para los gobernadores puso en duda el futuro de las negociaciones para los próximos meses, especialmente para un Gobierno que ya prepara una batería de proyectos para enviar al Congreso en el próximo período de ordinarias, es decir, a partir del 10 de diciembre. Sin Francos y sin Catalán, surgen nuevas incógnitas en los mismos bloques opositores que, hasta el jueves, estab an esperando señales de negociación de la Rosada y de sus propios gobernadores. Desde el lunes la coordinación de ministros estará en manos del portavoz Manuel Adorni, un verdadero desconocido para todos los integrantes del Congreso y también para la mayoría de los gobernadores.
Ante las consultas de PERFIL, en los bloques del oficialismo dentro de la Cámara Baja y en el Senado, interpretan que el ascenso de Adorni implica el incremento de influencia de Karina Milei y, por propiedad transitiva, del presidente de Diputados, Martín Menem. En ese proceso de reacomodamiento, los legisladores libertarios creen que el próximo ministro del Interior será Eduardo “Lule” Menem (ver pag 2, 3 y 4). Otros apuestan a la llegada de Santiago Caputo, pero su designación en lugar de Francos podría funcionar como un acelerador de la interna que ya tiene con los primos Menem. De la futura arquitectura del Gabinete también depende la eficacia parlamentaria a partir del recambio del 10. Un gesto lo aportó la senadora nacional electa Patricia Bullrich, que autorizó la ruptura de una parte del bloque del PRO y su articulación con el bloque libertario. El apronte, que busca redefinir la sobrevida del bloque que conduce Cristian Ritondo, terminó de enterrar las escasas chances que tenía de suceder a Menem en la conducción de la Cámara.
Para el oficialismo, la nueva mayoría que construyen implicará para diciembre la construcción de un nuevo liderazgo con la duplicación del bloque y la cercanía con el cuórum de 129. Para llegar a ese nùmero necesitan de los gobernadores y los aliados esquivos. Francos los escuchaba y Catalán los contenía. Con Adorni sólo hay preguntas y un examen que los primos Menem deberán afrontar por partida doble, con Karina como garante.